En la actualidad la continuidad de los soportes impresos van ligadas a la sostenibilidad de su producción, esto ha hecho que la industria papelera haya avanzado enormemente en asegurarse una producción respetuosa con el medio ambiente y en ofrecer unos productos cada vez más cercanos a los papeles tradicionales, con acabados en textura y blancura que huyen del reciclado clásico, de color oscuro y ruda fibra.

El sector pone al alcance de los usuarios, una amplia gama de papeles reciclados con diferentes texturas y blancura, pensados para aplicaciones distintas que van desde la reprografía, escritura a mano e impresión a todo color, adaptando cada papel a su óptimo uso, obtendremos buenos resultados, y contribuiremos a la sostenibilidad y continuidad de estos soportes.

La Imprenta Verde ha unido la preocupación por ofrecer un producto competitivo en calidad y precio, teniendo en cuenta valores medioambientales, que pensamos compatibles con los altos niveles de acabados e imagen que exigen las empresas.

El papel es un producto manufacturado a partir de materiales renovables, por lo que su impacto ambiental lo determina tanto la obtención de la materia prima como el proceso de fabricación. Las fibras de papel pueden venir directamente de plantaciones de elevado impacto ambiental, de bosques bien gestionados que no dañan el medio ni el recurso, de residuos de árboles cortados con otros propósitos, o de papel procedente de la recogida selectiva… Por otro lado, la fabricación utiliza una gran cantidad de agua (que progresivamente se va tratando de manera conservativa y se reutiliza), el estucado utiliza materiales naturales que se deben extraer (arcilla blanca, carbonato de calcio, titanio, almidón), se genera una gran cantidad de efluentes (que se han ido controlando conforme se han mejorado ambientalmente los procesos…) , se consume una cantidad importante de energía todavía generada en su mayoría por combustibles fósiles, y genera cantidades importantes de residuos sólidos que se deben tratar.

· Papel reciclado. Se trata de volver a utilizar las fibras más de una vez sin extraer nuevos recursos, y utilizando menos agua y energía. El destintado no resulta especialmente tóxico ya que se utiliza hidróxido de sodio (sosa) para separar la tinta del papel.
Utilizar papel reciclado da una salida de mercado a los residuos de papel y fomenta el reciclaje. Procede de papel usado de la recogida selectiva (post-consumo) o de restos de imprentas o materiales publicados que no han llegado al consumidor (periódicos no vendidos, guías telefónicas…). Sin embargo, como la reciclabilidad de las fibras de papel tiene un límite de 6 a 8 veces (en el proceso de fabricación de papel reciclado se van haciendo cada vez más cortas…), en global en la producción de papel siempre es necesario que entren fibras nuevas, fibra virgen. También para determinadas calidades o por temas de durabilidad (como en algunos casos para materiales de archivo) se sigue haciendo necesarios materiales de más permanencia. Así, el papel reciclado es indispensable pero no puede ser el único criterio ambiental, pues de otro modo el papel blanco que se sigue utilizando seguiría sin incorporar ningún valor ambiental. Algunos distintivos como el sello Ángel Azul acreditan que la producción del papel reciclado ha incorporado algunos criterios ambientales básicos.

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